te vi arder o brillar me querías encandilar con tus huesos luminosos y
experiencias religiosas
o enviarme un mensaje
que explique lo que se
siente vivir al borde de las cosas
te soplé un pensamiento que
decía que el cerebro es parecido a un recital
y que las formas de pensar son en realidad guirnaldas
que decoran la comunión de
nuestro miedo compartido
bailando un ritmo cómodo pero desconocido
de densas notas carcelarias
en el mundo, en el pueblo, en la pista o en la vida
las mismas entradas tienen las mismas salidas
lo difícil es cantar canciones en el mismo idioma
amar a los muertos es facilísimo dice un rumor
atornillado por error como un recuerdo literario
en mi imaginación física inestable
por no decir en mi laguna
en donde las diferencias tenidas por tu amor, este amor,
se disuelven hasta que no queda ninguna
en este culto al mordisco
que me hace ir a pintar con aerosol el obelisco
una pared del centro o una columna del puente
Hace que ya no me quiera tapiar frente a la luz blanca fría inminente
o frente a la arena movediza, o la materia oscura.
estoy viviendo esta aventura como si fuese todo lo que quiero,
aterrizar con vos a velocidad crucero
al ritmo de un corazon con un latido diferente,
suave pero efervescente,
dijo el conejo blanco, el camino, el wifi o el destino
porque rasguñar una superficie sin amplificar no tiene sentido
pero esto, esto es todo lo contrario
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